El pasado viernes 5 de mayo se celebró en el Palacio de Cibeles el I Encuentro Eduemoción: Inteligencia Emocional en Centros Educativos. El evento ha contado con la presencia de los expertos en Inteligencia Emocional Rafael BisquerraBegoña IbarrolaCarmen García de Leániz y la periodista y psicóloga Pilar Quijada y ha estado organizado por los Colegios Zola, un grupo educativo que lleva más de 10 años trabajando la inteligencia emocional en sus aulas. El encuentro ha estado dirigido a profesionales del sector educativo interesados en conocer la importancia de la educación emocional en los colegios.

El  experto en Inteligencia Emocional Rafael Bisquerra ha explicado que “se ha observado que las competencias emocionales son, probablemente, de las más difíciles de adquirir. Un alumno normal, durante el trimestre que le corresponde, puede aprender a resolver ecuaciones de segundo grado, distinguir las subordinadas adversativas, conocer los movimientos sociales del siglo XIX, etc. Pero lo que no va a aprender en un trimestre es a regular totalmente sus emociones. Esto requiere una insistencia a lo largo de toda la vida”. Por ello “se necesita formación, tanto de las familias como del profesorado”.

Según Rafael  Bisquerra “adquirir competencias emocionales favorece las relaciones sociales e interpersonales, facilita la resolución positiva de conflictos, favorece la salud física y mental, y además contribuye a mejorar el rendimiento académico”.

Además, la responsable del programa de Inteligencia Emocional en los Colegios Zola, Carmen García de Leániz, ha dado algunas claves para la implantación de la inteligencia emocional en las aulas. En primer lugar asegura que es imprescindible la concienciación del personal del centro educativo: «Difícilmente podemos enseñar algo no hemos integrado en nosotros mismos primero«. También ha recomendado que cada centro debe disponer de un programa de educación emocional, que introduzca rutinas y protocolos emocionalmente inteligentes en el día a día escolar porque, según la experta, “desarrollar la inteligencia emocional del alumnado es un proceso de aprendizaje continuo que lleva tiempo”.

Cada vez un mayor número de profesionales del sector educativo son más conscientes de la importancia de que los alumnos desarrollen de manera conjunta su estado cognitivo y emocional.