«Una persona competente emocionalmente es capaz de tomar conciencia de las propias emociones para regularlas de forma apropiada; lo cual significa prevención de conflictos o solución positiva de los mismos»
- ¿Qué te movió a investigar sobre la educación emocional?
R: Fue a principios de los años noventa cuando como consecuencia de observar y constatar el analfabetismo emocional que caracteriza la mayoría de las personas, empezando por mí mismo, pensé que desde la educación se tendría que hacer algo para prevenir ansiedad, depresión, estrés, etc.
- ¿Qué es lo que más te gusta de tu papel de divulgador?
R: Lo que me ha permitido aprender. Me considero un aprendiz empedernido. Disfruto aprendiendo cosas nuevas. Sobre todo aprendiendo sobre lo que nos pasa por dentro. Estoy convencido de que la mejor forma de aprender es tenerlo que enseñar a alguien. Esto nos permite establecer contacto con otras personas que también están en la misma órbita y aprender juntos. Todo esto es altamente gratificante. Me gustaría contribuir a que las personas descubran que la vida es un proceso continuo de aprendizaje durante el cual se puede disfrutar aprendiendo.
- ¿Por qué dirías que es clave la educación emocional en los colegios?
R: La educación es clave en los colegios porque se propone dar respuesta a necesidades que no están suficientemente atendidas en las áreas académicas ordinarias (mate., sociales, lenguaje, naturales, etc.). Estas necesidades tienen que ver con la prevalencia de ansiedad, estrés, depresión, suicidios, consumo de drogas, conflictos, violencia, etc. Mucho de todo esto se puede prevenir mediante el desarrollo de competencias emocionales. Pero más allá de todo esto, la educación emocional es un potente recurso para la construcción del bienestar personal y social.
- ¿Qué te parece el programa de educación emocional de los Colegios Zola?
R: Me parece un proyecto admirable que se puede considerar un ejemplo y un modelo de lo que se podría, o debería, hacer en todos los centros educativos. Esto es fácil de decir, pero es mucho más difícil de poner en práctica. Por esto: felicito a los Colegios Zola por todo lo que están haciendo en favor de la puesta en práctica de la educación emocional, siendo Eduemoción un referente en su género.
- ¿Qué opinas de iniciativas como Eduemoción?
R: Me parecen iniciativas encomiables que contribuyen significativamente a la difusión de la educación emocional de forma fundamentada. Esto sirva para que personas que ni siquiera haya oído hablar de educación emocional tengan la oportunidad de conocerla; otros pueden profundizar; por otra parte puede ser un espacio de conocimiento mutuo de personas interesadas en el tema. En resumen: una gran propuesta que debería ser conocida por profesionales de la educación, familias, personas implicadas en la política educativa y por la sociedad en general, como recurso y herramienta para la educación emocional.
- ¿Cuál es el perfil de una persona competente a nivel emocional?
R: Una persona competente emocionalmente es capaz de tomar conciencia de las propias emociones para regularlas de forma apropiada; lo cual significa prevención de conflictos o solución positiva de los mismos; desarrollo del autoconocimiento, autoestima, autoconfianza, automotivación y autonomía emocional; es capaz de mantener relaciones positivas con otras personas y contribuir a crear climas emocionales positivas favorables a la convivencia, el rendimiento y el bienestar emocional, tanto personal como social.
- ¿Cuáles son tus próximos proyectos?
R: Mis próximos proyectos se orientan hacia la difusión de la educación emocional en todos los contextos posibles. Esto significa docencia en el Postgrado de Educación emocional y bienestar; formación en cursos y conferencias; difusión a través de libros y artículos; difundir las JEE (Jornadas de Educación Emocional) que se celebran anualmente en la Universidad de Barcelona (UB); participar en congresos y jornadas, tanto nacionales como internacionales, principalmente por los países de Latinoamérica, etc. Con todo esto tengo ocupados como mínimo los próximos 10 años. Si bajamos a detalles de la educación emocional como la regulación de la ira para la prevención de la violencia, desarrollo de las emociones estéticas como potenciadoras del amor y el bienestar, el vocabulario emocional como vía para el autoconocimiento, música y emoción, música y salud, etc., creo que puedo decir que tengo ocupados los próximos 20 años como mínimo.